miércoles, 5 de agosto de 2009

LA VARA DE DIOS

Éxodo 17:8-16

El pueblo de Amalec atacó la retaguardia de Israel, es decir que atacó a los más débiles del pueblo y por eso Dios dictó una sentencia contra ese pueblo que terminaría de cumplirse muchos años después de este pasaje. Como primera acción contra ese ejército, Moisés organizó un contraataque así: Josué y el ejército debían estar en el valle mientras que Aaron y Hur lo acompañarían a él en la cima de la montaña. Y la vara de Dios estaría en su mano. Y ahí está la lección de hoy.

I • LA VARA DE DIOS

El nombre “vara de Dios” sólo aparece dos veces en la Biblia (en esta ocasión y en el momento en que Moisés, aún en tierra de Madián, decide volver a Egipto para liberar a su pueblo). El nombre de “La vara de Dios” da la idea de poder para cambiar el mundo, para salvar a los desvalidos, para sanar a los quebrantados. Poder. Así de simple. Poder.

Y en realidad, la vara de Dios tenía todo ese poder y mucho más. Sin embargo, así como una guitarra por sí sola no sirve para nada, la vara de Dios debía estar en la mano de alguien.

II • LA VARA DE DIOS EN LA MANO DE MOISÉS

A cualquiera de nosotros le encantaría tener por un momento esa vara en nuestras manos. Tener el poder de Dios a nuestro servicio. Poder sostener esa “reliquia”. Pero, si el nombre de “vara de Dios” sólo aparece dos veces y la vara aparece muchas más veces, nos preguntamos ¿cómo se le llama en esas otras ocasiones? Respuesta: La vara de Moisés. La vara de Dios es la misma vara que partió el mar en dos, la misma que convirtió el Nilo en sangre, la misma que llenó la ciudad de piojos, sapos y langostas, la misma que sacó agua de la peña, la misma que oscureció el sol, la misma vara de Moisés. Así que no es un pedazo de madera especialmente bendecida, sino una vara en la mano de un siervo de Dios que le creía y le obedecía a Dios.

Ahora, ya que una de esas varas servía, entre otras cosas, para defender a los rebaños de ovejas cuando eran atacados por los lobos, eran duras, resistentes y pesadas. Y como Moisés debía mantenerla en alto para que Israel ganara la guerra, hubo un problema inevitable: el cansancio. Así que Aarón y Hur tuvieron una idea que funcionó.

III • LOS BRAZOS DE MOISÉS EN LAS MANOS DE OTROS

Sentaron a Moisés en una piedra, para poder sostenerle los brazos “en alto” hasta que los israelitas ganaran la batalla de una vez por todas. Buena táctica.

Aarón y Hur pudieron haberle pedido a Moisés que sostuvieran la vara por turnos, pero eso no era lo correcto. ¿Por qué? Porque el llamado a sostener la vara, era Moisés, así que Aarón y Hur se preguntaron: “Si el papel de Moisés es sostener la vara ¿cuál será nuestro papel?” Y dieron con la respuesta: sostener a Moisés. Esto es trabajo de equipo. En la montaña estaba Moisés con la vara, mientras que Aarón y Hur sostenían a Moisés, y en el valle estaba Josué con el ejército.

CONCLUSION

De este pasaje, la mayor lección que sacamos hoy, se ilustra con un juego de palabras que se da en el idioma inglés. “Vara” en inglés, ese tipo de vara, se pronuncia “staff”. Y “equipo” en inglés, también se dice “staff”. Así que, podemos decir que “la vara de Dios” son todos ustedes, los que siguen a Dios y luchan paso a paso. Los que sostienen al vara, el liderazgo y la Palabra. Los que sostienen a éstos y los ayudan en lo que puedan. Los que dirigen los ejércitos que ayudan a la sociedad y los que forman parte de esos ejércitos. Ustedes son el equipo de Dios, el staff de Dios, la vara de Dios.

Todo lo que debemos hacer es levantar el nombre de Jesús en alto. Hacerlo famoso a él. Defenderlo a él. Proclamarlo a él. Y el pueblo ganará la batalla.

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