miércoles, 26 de agosto de 2009

SOBRE LA MUERTE DE MI HERMANA 2 • ABOUT MY SISTER'S DEATH 2


ESPAÑOL
El último día que mi hermana respiró en esta tierra, en la unidad de ciudados intensivos, fue un buen día. Quienes la visitaron y quienes le hicieron terapia coinciden en que se veía distinta. Radiante. Alegre. Daba la impresión de que se iba a levantar de esa cama de un momento a otro. Incluso habló a pesar de la traqueotomía.
Preguntó por la iglesia, por la familia, por los hermanos en Cristo. Confesó que tenía unas ganas inmensas de comerse un tamal con mucho limón. Así la pasó ese jueves. Contenta.
Le dio un mensaje a mi mamá (que luego de más de 30 años con Ruby, también terminó siendo su mamá): "Decile a mi papá que estoy muy bien. No, decile a mi papá y mis hermanos que me siento muy bien. No, decile a todos... que me siento muy bien. Que hoy es mi primer día." Y también le dijo que ya la estaban desconectando varias veces de todos los aparatos que la ayudaban a respirar, alimentarse, etc.
En la noche, mientras mi cuñado le hacía terapia, Ruby le pidió que llamara a los doctores, porque sentía algo extraño en el cuerpo. Los doctores vinieron y luego de unos momentos, a las 7:30pm, mi hermana mayor parpadeó... y vio a Jesús por primera vez. Tenía 41 años.
Entonces ¿qué aprendí? Esto: Que ese día en verdad estaba a punto de levantarse de esa cama. No sé si sabía que estaba viviendo el "primer día" de su "parasiempre" pero su gozo me da un apista, porque cuando yo viajo, extraño tanto a mi esposa que el mejor día de todo el viaje siempre es el día en que voy a volver a casa.
Dios quiso sanarla perfectamente y no como nosotros queríamos. Dios decidió desconectarla, no sólo de todos los aparatos, sino también de la "vida artificial" que vivimos antes de entrar completamente en Su presencia. Y por último, aprendí que Dios quiso que el último día de mi hermana mayor en esta tierra fuera un día maravilloso. El día en que su alma por fin vería el rostro de su Salvador.

ENGLISH
The last day that my sister breath on this earth in the ICU, was a good day. All the people who visited her and the people who helped with her therapy that thursday, all say the same thing: she looked different. Radiant. Happy. It appeared that she could rise up from that bed any moment. She even spoke, despite the tracheotomy.
She asked for the church, the Christ family and the blood family. She confessed that she wanted to eat a tamal with lemon, so bad. That's the story of that thursday. She was joyful.
She gave a message to my mom (which, after more than 30 years of sharing life, ended being her mom too). The message was: "Tell my dad that I'm fine. No, tell my dad and my brothers that I'm really fine. No, tell everyone that I'm really fine and that today is my first day." She also told my mom that the doctors had disconnected her from the life support a few times.
At night, while mi brother in law (and in Christ) was doing her therapy, Ruby asked him to call the doctors because she was feeling something weird. The doctors came and after a few moments, at 7:30pm, my older sister blinked... and saw Jesus for the very first time. She was 41.
So... What did I learned? This: That thursday she was about to get off that bed indeed. Besides, I don't know if she knew that she was living the "first day" of her "forever" but her joy gives me a hint because when I travel, I miss my wife so much that the best day of the journey is always the day that I will be coming back home.
God decided to heal her perfectly and not in the way that we wanted. God decided to disconnect her, not only from the life support, but from this artificial life that we live before we totally step into His presence. And last, I learned that God wanted that my older sister's last day on this earth would be a wonderful day. The day that she was going to, finally, see her Savior's face.

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